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José Treszezamsky

 

Al Cole Nacional Mariano Moreno, 58 años después.

 

Entré apenas cumplidos los 12 años, en 1955, aún con pantalones cortos.

Fue en 1°6° cuya puerta daba a la parte cubierta del patio de la planta baja. El aula estaba llena, los recreos eran un griterío de pibitos impresionados desde el primer día por lo “hermosa que destaca tu mole”. Las exigencias del cambio de modo de estudiar, tantas materias, se aliviaba en general por la asistencia de los profesores que impresionaban a simple vista como docentes de vasta experiencia: Pompeyo Quiroga en Matemáticas, Sra. De Fontana en Geografía, Sra Baragiola y de Iglesias en Historia, Sra de Canter en Castellano, el Dr. Paz en Botánica, entre otros que se pierden en mi memoria. Fue el año de los dos golpes de estado contra el gobierno de Perón, y vimos pasar los Gloster Meteor* a lo largo de la avenida Rivadavia. Se organizó rápidamente el modo de comunicarse con los padres o de ayudar un modo rápido de retorno a casa.

Por una circunstancia de cuyos pormenores no recuerdo hace muchos años, aparecí elegido como representante de primer año en un programa de preguntas y respuestas de la televisión, en esa época un único canal, cuyo título era “Tanto sabes, tanto vales”.

Estábamos orgullosos de pertenecer a este Cole. Un orgullo heredado de las generaciones anteriores que nos transmitían las tradiciones que incluían la clásica “enemistad” con el Otto Krause, y la salida rápida después de última hora para ir a José María Moreno y Rivadavia a encontrarnos con las chicas del Liceo 1 y Normal 4.

Se incluía la clásica picardía de fabricar un explosivo: chapitas de gaseosa que se rellenaban con clorato de potasio y azufre y se las ponía en las vías del tranvía que pasaba por Bartolomé Mitre. Su paso era acompañado de explosiones que los motorman de los tranvías ya conocían y enlentecían la marcha en esa cuadra.

En la época del llamado artículo 28 de la ley de educación, en época de Frondizi, todo el alumnado estaba volcado a la producción de papelitos que decían simplemente: LAICA. Y el colegio fue muy activo en numerosas manifestaciones.

Había un jefe de celadores, el Sr. Maríncola, quien, pobre, era el blanco de actos de sabotaje y grafitis en su contra. Le hacían animaladas: una vez subieron con una polea del gabinete de Física un chanchito por el balcón de 3°6° que daba a Bartolomé Mitre y le escribieron su nombre en el lomo. No recuerdo que haya sido respuesta a algún tipo de actitud especial suya, sino por el solo hecho de representar una autoridad permitía un entrenamiento del ejercicio de la rebeldía adolescente.

En el primer piso había un quiosco de venta de gaseosas, sándwiches y alfajores que funcionaba a pleno en los recreos.

Los gabinetes de Físico-química y Biología en el último piso con aulas como en las películas clásicas de escenas académicas, estaban siempre muy bien provistos y recuerdo a un Dr Hernández que se encargaba de cuidarlos.

También al Dr. Raúl H. Colombo, el rector (y además presidente de la Asociación del Fútbol Argentino), vestido siempre pulcramente, con un peinado a la gomina y un vozarrón digno de un orador y al Dr. Muentes, el vicerrector. El jefe de ordenanzas o encargado del colegio era el Sr. Trillo.

Otros profesores que tuve fueron: Sra de Gomez, Sr Rugo y Schiavo en Geografía, Dr. Gatti en Zoología, Sta Puertes y Sr. Conti en Educación Democrática; Sr Rivas (muy cuidado en su pinta y que fumaba Colorado) en 2° y 5° en Literatura; a la Sra de Canter la tuve también en Latín. En Lógica y Psicología tuvimos al Sr. Francisco J. Valle; en Matemáticas de tercero a Arístides Bigliani; a la Barziza en Historia y Geografía; a las Sras de Serra y Galarza en Francés; Sr Bondoni y Vertullo en Fisica y Gabarain en Química; Sra de Gutman en Literatura; Achaval Rodriguez en Instrucción Cívica; la Sra. Bonsignore en Música.

Para la fiesta de fin de la carrera, llevada a cabo el 26 de noviembre de 1959, en el salón de actos que estaba cuidado en extremo, nos despidió un alumno de cuarto año, actuó un conjunto folklórico de alumnos (Los Estrelleros), y, como expresión de las vocaciones despertadas se representaron tres obras teatrales, una tragedia, una comedia y un drama fruto de la pluma de los egresados. Sus títulos fueron: Muerte a….plazos; El consultorio de CHUPI, y Carozos de Maldad (Celda 54), está última de mi autoría. Luego de Carozos de Maldad, todos de pie cantamos la canción del Colegio….

En la cena que organizamos entre los compañeros de la división 5°4°, en la cantina Rancho Grande, frente al Cid Campeador, llevamos álbumes y nos escribíamos dedicatorias, con recuerdos, con deseos, y postergando la separación.

 “Ya columnas de alumnos salieron

Ya columnas de alumnos saldrán

Que la voz del tribuno de Mayo

Vibre en ellos por siempre jamás”

 

*Gloster Meteor: primer caza de reacción británico

 

José Treszezamsky. Nació el 5 de enero de 1943. Es médico y Psicoanalista. Cursó sus estudios secundarios en el Nacional Mariano Moreno desde 1955 a 1959. Es miembro titular de la Asociación Psicoanalítica Argentina y dirije el Departamento de Historia de la Asociación Psicoanalítica argentina. Es autor de los blog: https://historiasdelpsicoanalisis.wordpress.com/ y http://museodefreud.blogspot.com.ar/ y en Facebook: Conceptos Básicos del Psicoanálisis.

"colegio mariano moreno nº 3"
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